Sin embargo, no se es tartamudo por tener dificultades del habla un par de veces. De hecho es normal que la mayoría de personas hayamos tartamudeado alguna vez siendo niños en el proceso de aprender a hablar correctamente y dicha condición de tartamudeo ocasional, por lo general se corrige casi "como por arte de magia" sin que los padres siquiera alcancen a percatarse de esos episodios aislados de tartamudeo. En mi caso personal "me quedé" siendo tartamudo durante 20 o más años de mi vida, mientras que la mayoría de personas que presentan episodios de tartamudeo logran a medida que van creciendo, superar los inconvenientes propios del proceso de aprendizaje del habla.
La tartamudez una vez se asienta en el habla de una persona, sin importar su gravedad, puede conducir a que la persona que la padece se retire de todas las actividades de tipo social, especialmente las
relacionadas con tener que hablar en público. La tartamudez es una enfermedad que ataca principalmente la autoestima de quien la sufre.
Se hace algo por ayudar a las personas tartamudas ?.
Generalmente no. De hecho, quienes sufren de tartamudez son por alguna razón un blanco perfecto para hacer bromas pesadas que son fomentadas en muchos casos desde las mismas aulas de clase, en el peor de los casos por los profesores quienes aprovechan la ocasión para hacer del tartamudo un objeto de burlas. Al respecto recuerdo cuando era niño y tenía tal vez 11 o 12 años y asistía a la escuela. En un año cualquiera me encontré con un profesor que dictaba la asignatura de matemáticas. Ese año de escuela fue terriblemente duro para mí debido a ese profesor, ya que desde el inicio de la temporada escolar hizo mofa de mi discapacidad sin ninguna contemplación. Abiertamente cuando lanzaba alguna pregunta decía cosas como " qui-qui-qui-quien sa-sa-sa-be-be-be la-la re-re-res-pu-pu-pues-pues-ta-ta" y cosas de ese estilo que hoy en día recuerdo con pena y lástima por ese mal llamado "profesor".
La tartamudez puede ser una condición muy dura para quien la padece y es bueno mantener los oídos muy abiertos para darse cuenta si en verdad un niño será el día de mañana un tartamudo. En muchos casos hay una línea muy fina y delgada que separa los episodios ocasionales de tartamudez de una tartamudez crónica y solo quienes prestan suficiente atención (padres, hermanos, familiares) logran detectar a tiempo este mal e interesarse por él de una forma activa que le brinde al tartamudo una gran posibilidad de curación en edad temprana de desarrollo.