La tartamudez: una vida de sufrimiento y mortificación
La tartamudez es una enfermedad que sin lugar a dudas puede agobiar y mermar en gran medida las capacidades de quien la padece. Al respecto, el erudito inglés James Hunt escribió en el año de 1860 lo siguiente: "la vida de un tartamudo es indudablemente una vida de constante sufrimiento y mortificación" y lo escribía con el conocimiento que le daba el haber estudiado ese mal que se remontaba hasta los tiempos del antiguo Egipto.

La tartamudez ha existido y acompañado al hombre desde tiempos inmemoriales. Basta con darle una leída en la biblia (por citar un ejemplo) a la historia de Moisés. Dice en el libro del Exodo capítulo 4 versículo 10 lo siguiente: "Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua".

Tardo en el habla y torpe de lengua ?... suena familiar, sobretodo si conocemos a alguien que sufra
de tartamudez o peor aún, si en alguna ocasión hemos padecido nosotros mismos de tartamudez.

La tartamudez es un mal que aqueja a una gran parte de la población y que como ya se ha mencionado a lo largo de este blog, se presenta desde una edad muy temprana, arraigándose con fuerza en unas personas más que en otras motivado esto por muchos factores externos como la educación, el entorno afectivo, el entorno sicológico, etc. 

Se puede hacer algo para evitar la tartamudez ?... bueno, tal vez no pueda hacerse nada para evitarla, pero lo que si se puede hacer es primero aceptarla y luego combatirla hasta su (con suerte) total erradicación.

Es triste en verdad ver hoy en día como muchas personas sufren de tartamudez tan solo porque no han tenido la oportunidad de conocer que existen métodos desarrollados, probados y comprobados para hacerle frente a este padecimiento y erradicarlo por completo. La tartamudez puede curarse pero solo si quien la padece decide dar un paso al frente y enfrentarla con inteligencia y con valor.

Aquellos que por el contrario, se consideran rendidos ante la tartamudez, son aquellos que se dicen a sí mismos que "su mal", "su enfermedad" jamás ha tenido ni tendrá cura alguna y eso es la prinicpal equivocación que cualquier enfermo de disfemia o tartamudez puede llegar a cometer.